Las cosas cambian.

Aprendí que la vida es un puñado de sueños que tenemos que intentar alcanzar. Que a veces el tanto luchar no sirve de nada pero siempre te dicen que no te rindas nunca. Ya no lloro, porque ya no me quedan lágrimas para derramar. Me llene de odio tan solo porque la envidia de muchos y los rumores me hicieron más fuerte. Muchas veces me trataron como un juguete como un pañuelo de usar y tirar. He tenido ''amigas'' bueno tiemblo un poco al llamarlas así porque las verdaderas amigas son las que están en las buenas y en las malas no solo en las buenas amigas son las que ríen contigo y si lloras lloran contigo. Aprendí a pelear por lo que quiero a enseñar los dientes y sacar las uñas como una gata en celos, porque siempre he pensado que lo mío es mío y nadie me lo quita. Que hay que aprender a respetar lo ajeno. Un día fui yo la que lloraba sin parar, la que perdía perdón pero eso ha cambiado me he llenado de orgullo y dicen que el orgullo es malo depende de la situación y ¿sabes que te digo? que estoy orgullosa de ser lo que soy hoy. Muchas veces me tomaron por tonta de lo buena que era. Si ahora soy fuerte es porque estuve mucho tiempo siendo débil.